hacemasdetreinta: 2007

Sucedió en Madrid.
El objetivo era encontrar alguna seta comestible.
Quedamos, como otras veces en la Plaza Mayor, pero esta vez hubo sorpresa, en lugar del viaje al futuro fue un viaje al pasado. Pasado por aqui, pasando por allá, Don Hilarión cantando lo chulo que sentía su espíritu, las chulaponas moviéndose con gracejo cañí.

Fue un espectáculo precioso y !!GRATIS!!, esto tenemos que destacarlo dado que fue uno de los temas de la animada conversación que se desarrolló posteriormente, y que Charo sacó a relucir, mientras nos cantaban let it be en una fiesta privada junto a unos japoneses de toyota según parecía, por lo rodados que iban.

Después del espectaculo GRATIS , suponemos que por eso, el sistema de calefacción estaba apagado... Fuimos en busca de las setas, pero dado que la zona de la Plaza mayor es arenisco-empedradosa nos costaba dar con ellas, salvo la que el propio don Hilarión portaba sobre su brillante testa. así que nos decidimos por meternos en el mesón del champiñón, lugar en el que al fondo toca un músico un poco bebidillo pero simpático que en cuanto te descuídas toca a Pink Floid en bajito, lo cual es de agradecer, porque entre los gritos de los Japoneses preguntando que ¿donde podían encontrar a Alonso? y unos guiris que aplaudían cada vez que tocaban let it be, apenas pudimos entender los argumentos de Charo en pro de la gratuidad de los conciertos de jesucristo superstar y eso que Charo ponía todo su empeño. Sin embargo si que pudimos comentar un nuevo sistema de puntos que en lugar de quitarte el carnet de conducir lo que te quita son los kilos.

Punto aqui, punto allá, al final nos comimos unos champiñones de vicio acompañados de un jamón serrano, unos calamares finos y otras sabrosuras que nos transmitieron un "no se que" que nos permitió cahrlar con un plus de felicidad con el músico del let it be, que se lió a parlotear con nosotros, no se si por hacernos compañía o por dejar de oir los aplausos de los guiris que le tenían acogotado el pescuezo. Charo aquí sacó al menos 2 puntos, y como ella quería mas puntos, y dado que ni Pepa, ni Pilar, ni Alicia pusieron objeción alguna, decidimos acercarnos a tomar un chocolate, porque lo de las castañas a esas horas, no podía ser.

Decidimos que lo del chocolate debía ser en San ginés, y allí tras una ardua deliberación acerca de los churros que podía comerse cada uno, que si uno que si dos..., dos por 5 son diez, dos por dos cuatro... Así que Ignacio que veía que se quedaba sin churro, zanjó la cuestión, el quería 3, asi que al final hicimos la media, calculamos y subí a pedir los churritos ya con la idea muy clara de pedir 10, fue en ese momento cuando comprendí de nuevo que la vida tiene su propio sentido, la dependienta rusa con ascendiente romaní, me dijo que las raciones iban de 6 en 6, que aunque yo pedía churros en realidad era como las lentejas que las tomas o las dejas, así que tiré la casa por la ventana y arrimamos 12 que resultaron finalmente y a pesar de los puntos, la cifra adecuada.

Allí fue donde pensamos que tal vez había que hacer otra intentona para localizar setas, y salvo pepa que tenía que ganar otras elecciones ese fin de semana quedamos al día siguiente en Navacerrada.

No sucedió en Madrid
Pues no, porque quedamos en Navacerrada para ir a no se que barranco.
Allí pudo venir Mar, dulce, alegre y dispuesta como siempre a pesar de haber salido de un aparatoso embarazo colectivo que la llevó comprobar que en el Sahara los móviles solo funcionan si se encienden, y de comprobar que los vecinos sirven para algo mas que para aparcar el coche en tu puerta, y que aunque uno tenga un contacto con el desierto se puede uno pillar un buen gripazo.

Y esperamos, y esperamos... y esperamos, junto a la plaza..., junto a la iglesia, junto a los coches..., y tras haber pensado por un momento que Charo se había liado con eso de los puntos y la habían debido quitar los del coche...Nos juntamos y nos fuimos hacia el barranco ese.

Mientras esperábamos, Ignacio nos mostró su lado oculto y nos animó la mañana.

La marcha de los diez minutos
Llegados al barranco, comenzamos la subida, por la senda grande que es por donde nuestra intuición nos indicaba que había mas setas...

Angel el amigo de Charo y ahora nuestro, aunque no tanto como de Charo, era todo un experto, nos sorprendió a todos cuando encontró la primera seta, y luego otra, es verdad que las pobres no tenían un aspecto de lo mas saludable, pero estaban allí y esto era lo importante, porque nosotros también estabamos allí y tampoco es que fueramos la leche ¿no?.

Subimos por el camino amplio lleno de gentes, mientras nosotros ibamos soltando el buche otros mas animadillos subían los capullos corriendo o en bici con el piñón pequeño, pero teníamos un objetivo y lo íbamos a cumplir, aunque desde luego ninguno de nosotros sabía cual era ese objetivo.

El primer hito importante fue llegar a la fuente de la campanita, lugar en el que hicimos los honores y despedimos a Mar que se encargó de acordar con Juan Carlos e Isabel nuestra próxima escala, allí es donde acordamos quedar a las 5, en un lugar desconocido con Mar, a pesar de que no había ninguna posibilidad de llegar a esa hora, lo que demuestra una vez mas que a una cierta edad el tiempo se mide distinto.

Asi que subimos y subimos y Angel seguía cogiendo setas, mientras Pilar comprobaba lo util que eran los palitos y la futilidad del tiempo.

Cada uno tenía su propio sistema de subida.

Ignacio subía como los cherpas, pero sin la erre, haciendo fotos descuidadas de si mismo.

Charo subía como en un soplo, Angel con un peso añadido para ponerse dificultades a si mismo y mejorarse, Pilar dejandose alientos aqui y allá para la vuelta y Alicia dejando y cogiendo palos.

En mi caso la subida fue impelida por un enigmático objeto, una seta gigante segun Angel o un chalet adosado según Ignacio que me llevó en volandas en su busqueda, como si me llamara, enriqueeeeee, enriqueeeee, no voy a contaros el detalle del asombroso descubrimiento, porque afortunadamente se grabó todo y podeis ver este documento inédito, sin cortes ni censuras aqui mismo, debajo de estas lineas.

arriba
Aunque no os lo creais, sobre todo Pilar, llegamos arriba, al collado del piorno.

Y no es trola, pero casi tocamos la bola

Y arriba llegamos, de uno en uno, poco a poco, no me toméis por loco.

En el collado había un aparato extraño que podeis ver superpuesto a la cabeza de Ignacio, Alicia decía que era un pluviómetro y los demas la seguimos la corriente, pero en realidad todos pensamos que era una estufa para el invierno, salvo Ignacio que pensaba que era un infiernillo.

Allí fue donde alguien descubrió que sobre las montañas hay suelo, que no era una especie de barranco al otro lado, que no había que ir de lado por el filo de la cumbre como en esos falsos decorados, pero eso si, lo que allí descubrimos todos es que la cumbre estaba hecha una mierda, con perdón.
Allí nosotros felices por estar allí y tras comernos unas sabrosas mandarinas, unos membrillos y unos bocadillos de chorizo de navacerrada (ya eran las 5...), emprendimos la bajada, mas rapido de lo previsto, ayudó bastante el hecho de no equivocarnos en el camino a pesar de algun que otro intento.

Las palomas
Me tocó indicar el camino hasta la residencia de los Moreno, solo Ignacio, Alicia y yo sabemos como conseguimos llegar a la primera y sin incidentese destacables, pero no os lo voy a contar para no asustaros.

Las aguas calientes
Allí nos esperaba un Juan Carlos incrédulo, y una Mar e Isabel resignadas, contemplamos la enorme colección de cactus que posee, incluso se atrevió a darnos el nombre de algunos, como si nosotros fueramos a hacer el mas mínimo esfuerzo por memorizarlo...., vimos sus hermosos muebles de anticuario que no son de anticuario y nos deleitamos con unas deliciosas infusiones y cafés acompañados de unos pastelillos de un tal Paco o Manolo o algo así.
Y este fue el momento en el que en el ordenador de Juan carlos, con la ayuda de Pilar creamos nuestro blog, un lugar para comunicarnos y crear un pequeño espacio de convivencia y de experiencias comunes, un lugar para la memoria. Porque este mundo no lo podemos arreglar, quizá ni estropear, pero lo que si podemos es vivirlo y yo he disfrutado mucho este fin de semana con vosotros.

En el blog todos habeis recibido las claves para añadir y quitar lo que queráis de forma libre y esto tenemos que reseñarlo... !!gratuita!!!. Como norma sugerimos que es mejor añadir que quitar, salvo que por algun motivo inconfesable o confesable deseeis quitar alguna cosa.

un abrazo
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enrique nieto